martes, 26 de febrero de 2008





Un desnudo artístico, mil formas de expresar



Desnudo: estado de manifestar descubiertas parcial o totalmente aquellas partes más intimas de nuestro cuerpo. El desnudo dentro del mundo de la fotografía artística es transmisora de valores y símbolos que muchos fotógrafos como Bill Brandt, Arno Minkkinen o Spencer Tunick han querido reflejar en sus obras. Todas ellas marcan una clara frontera que las separa de todos aquellos componentes eróticos que actualmente desprenden muchos de los desnudos que aparecen en los medios audiovisuales.

Asistimos hoy a una innegable banalización de la desnudez en el que las representaciones de los cuerpos descubiertos del hombre y de la mujer llevan implícitas múltiples connotaciones sexuales. Esto se debe a intenciones de desatar la provocación y el morbo en el espectador.

Muy lejos de todo esto se sitúan las fotos que plasman el cuerpo humano desnudo con naturalidad y como un símbolo de expresión. En función del contexto en el que se desarrolle dicha inmortalización, de las técnicas y las posturas en las que se desenvuelva el cuerpo, retomará uno u otro significado. Los desnudos en fotografía pueden ser un recurso para retratar lo estético y bello, lo elegante. También pueden expresar la vulnerabilidad del cuerpo humano o bien manifestar la fragilidad humana ante la complejidad del mundo que le envuelve. Pero son múltiples los sentidos que los distintos artistas que se han dedicado a este tipo de fotografía han querido otorgar.

Bill Brandt es uno de los mayores fotógrafos dentro de este campo y aún hoy, un referente para muchos artistas. Fue en 1944 cuando, tras casi 20 años de carrera profesional como fotógrafo, se especializaría en el retrato de desnudos femeninos. Entre sus técnicas se apreciaban los grandes angulares realizados en espacios cerrados decorados de forma exquisita, con elegantes muebles. Brandt potenciaría sobretodo las formas y curvas de la mujer, logrando en muchas ocasiones la definición de perspectivas deformadas y cercanas al surrealismo.

El finlandés Arno Minkkinen presenta otro concepto fotográfico muy distinto al de Bill Brandt. Minkkinen utiliza el cuerpo humano para representarlo como una parte integrante de la naturaleza. En sus obras incorpora el desnudo de tal modo que este hecho queda en segundo plano y lo que destaca es la facilidad que tiene para acoplar la anatomía humana a las formas del mundo o a los accidentes geográficos como lagos, cascadas o montañas. Tras el armónico estilo de Minkkinen se esconde la metáfora en la que se resume el conjunto de su obra: la relación del hombre con el entorno.

Spencer Tunick da al desnudo un sentido totalmente diferente. El fotógrafo estadounidense es conocido mundialmente por la trascendencia de los eventos que realiza cada vez que su cámara se dispone a inmortalizar la imagen de miles de personas desnudas. Las fotografías se suelen captar en espacios abiertos como instalaciones de famosas ciudades. El estilo de Tunick ha sido en diversas ocasiones cuestionado, ya que muchos creen que sus obras se puedan considerar desde la vertiente artística. Pero de este tipo de composiciones nacen una serie de contradicciones entre lo que puede simbolizar lo público y lo privado, el valor de la individualidad y de la colectividad, lo tolerable y lo incorrecto.

Estos tres fotógrafos nos enseñan que se pueden otorgar distintos sentidos, valores y expresiones a la desnudez, como forma de expresión artística.

1 comentario:

7 dijo...

Hola, nueva como yo...bueno me gusta como has inspirado tu blog..

Aqui te dejo un comentario que siempre sietan bien!

Ánimo! :)