lunes, 3 de marzo de 2008






Alberto García Alix: “Las fotos son los ojos del narrador de un cuento”

Alberto García Alix, el llamado poeta callejero de la fotografía española de las últimas décadas, ha sido elegido para exponer sus obras en la sala Robayera en Miengo (Cantabria), con motivo del 20 aniversario del centro.

El que en 1999 fue el Premio Nacional de Fotografia, pondrá al abasto de las miradas de todo aquél que se acerque hasta Miengo algunos de sus trabajos durante la próxima primavera hasta la llegada del otoño de 2008.
Alberto García Alix es uno de los artistas más consagrados dentro del mundo de la fotografía española. Sus retratos, siempre cercanos a la realidad, han querido mostrar a los ojos del espectador las vidas ajenas de gente normal, de la calle: artistas, bohemios, amigos, familiares, drogodependientes, alcohólicos y otros personajes marginales. Con ello, García Alix, quiere relatar la historia de la gente que vive en la misma época que él, pero en circunstancias distintas aunque, a menudo, paralelas a la suya. Se convierte así en un cronista de esos hechos, tópicos, usos, costumbres y verdades de su tiempo.

Entre sus trabajos más destacados están las portadas de discos de algunos grupos de música españoles. Pero también es conocido por sus retratos que se caracterizan por superar la barrera del desnudo artístico –del que hablábamos en el artículo anterior- y llegar al erotismo, rozando, aunque sin alcanzar plenamente, los límites de la pornografía. García Alix sabe cómo mostrar el lado más natural y cotidiano de los personajes que retrata, porque no los destaca como meros sujetos subyugados al placer carnal. Nos da detalles sobre sus rasgos más personales, y, aunque se adentre en su mayor intimidad nunca vulnera el respeto hacia éstos. Éste tipo de obras sintetizan la metáfora de lo indeseado, lo que muchas veces se prefiere ignorar y apartar de la vida: el oficio sucio, la prostitución. Y en reiteradas ocasiones ha llegado a perturbar al espectador que no queda impasible ante tal mirada transparente hacia una realidad presente en la sociedad, que muchos prefieren mantener oculta.

También recurre al autorretrato en muchas de sus fotografías. Forofo declarado de las motos, de los tatuajes, del alcohol, de las drogas, de la historia y de las mujeres, aparece como un personaje más dentro de su obra. Con las mismas inquietudes, debilidades, fortalezas de cualquier mortal que ha vivido durante los años que pertenecen a su generación. Es para muchos el estandarte de la conocida movida madrileña, aunque según él nunca fotografió la movida porque la vivió y sólo se limitó a narrar lo que para él era “mi pequeño mundo”. Porque para García Alix “las fotos son los ojos del narrador de un cuento”.

1 comentario:

Carlota dijo...

como poco... impactante

atentos al detalle de nacho vidal con los calcetines puestos... exigencias del guión?
ánimo q stá genial esto
petonets(Anita)